BIENVENIDOS A LOS SECRETOS DE DIOS


BIENVENIDOS A LOS SECRETOS DE DIOS
Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre. Isa 45:3


EL PRINCIPE DE LSA TINIEBAS


El encuentro. Un encuentro literalmente con satanás, un día yo estaba trabajando en unos sembrados de algodón con unos muchachos más, éramos quince los que estábamos revisando el sembrado; el follaje del algodón daba más arriba de la cintura y dos de los muchachos se quedaron atrás con migo, Éramos los tres, aparentemente cristianos y uno de ellos comenzó a contar un chiste sucio de doble sentido; yo me adelanté como cuatro pasos, ellos quedaron los dos atrás festejando.
Cuando miré atrás en medio de ellos, estaba una persona agachada, con una sonrisa de oreja a oreja, su aspecto era de unos 25 años de edad, su piel era muy clara, tenía un sobrero pequeño de alas hacia bajo y negro, su camisa era de color gris fondo blanco, su pantalón era de color negro, su zapatos eran de color negro, tenía una sonrisa burlesca.
Él estaba mirándome fijamente, no quitaba su mirada de mí, y yo quería decirle a los compañeros de la persona que está en medio de los dos, pero mirando la inquietud que yo tenía aquellos muchachos guardaron silencio y me preguntaban haciendo seña que era lo que estaba pasado, pero yo solo movía la vista y aquella persona seguía allí sonriente, hasta que aquel hombre desapareció como un humo o una neblina delante de mis ojos.
Más tarde supe por el Señor Jesús que aquel personaje era el mismo diablo en persona, Porque él es un perfecto imitador de la cosas del Padre Eterno, del Dios que hizo el universo.
El Espíritu Santo me dio entender que Jesús dijo: Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo. 18:20
El diablo también dice: donde hay dos o tres reunidos diciendo palabras sucias y asquerosas, él también está en medio de ellos.
LIBRETAS DE APUNTES
El diablo tiene libros donde tiene anotado los nombres de los que dicen que son de Dios pero no lo son, ni tampoco de él.
El diablo dice que espera el juicio del gran Juez para que le entregue los que ni son de Dios ni del él.
Porque a los que son de él, no necesita tenerlos anotado en esos libros, Esto lo dijo aquel personaje que me apareció en aquellos sembrados.
El Señor por su Espíritu Santo me ha mostrado en visión y literalmente, muchos demonios y como trabajan, fuera y dentro de la Iglesia. Los hay de diferentes clases, tamaños, aspectos y figuras.
Uno de ellos era un principado que llegó una noche desde las 10:00 p.m. y su aspecto era grande como de 2.50 metros, tenía un sombrero mediano y el color del sombrero era negro, tenía una camisa totalmente blanca, con ramilletes bordados en blancos en su camisa, Por encima de la camisa tenía una capa de color negro que le llegaba de la parte de atrás a las rodillas, su pantalón era de color negro y unas botas que le llegaban hasta las rodillas y el pantalón por dentro de las botas.
Pero eso no me asustó, me asustó cuando dio la vuelta para quedar de frente, fue espantosa su cara. Tenía su piel un cutis hermoso, pero de su boca salían cuatro colmillos como siete centímetros cada uno, él habría su boca de arriba abajo, yo tan solo me encontraba a unos escasos setenta centímetros de él.
Pero alrededor del principe, había siete demonios con aspectos femeninos y muy delgados, ellos estaban desnudos, ellos tenian un color escarlata y danzaban alrededor de este príncipe; luché hasta el amanecer, donde él me amenazó de muerte y de qué forma me iba a matar, Sus amenazas tres días después se estaban haciendo realidad.
Mi muerte estaba preparada a través de un accidente en un veiculo de color blanco, este principado quería accidentarlo por el mismo como me lo había dicho.
En cuanto a mí, yo no pude evitar aquel incidente y el príncipe demoniaco iba con nosotros, él trató de sacarlo de la carretera, pero el Señor tomo la dirección de aquel veiculo, librándome ese día de una muerte segura.
Al Señor sea toda la Gloria por haberme librado de esa muerte.
Fue tan intensa la batalla y dura, que habían dos personas conmigo. La última noche invite a mi hermana para que me ayudara en esa noche y después de esto me enteré que uno de los que hacían liberación conmigo era un brujo; el príncipe de las tinieblas le hizo pedazos la ropas que llevaba puesta.
PRIMER DIA DEL ENCUENTRO
Eran un domingo como las 2:00 PM cuando una mujer llegó a la casa de mis padres en busca de un hombre que era reconocido liberador de personas endemoniadas, diciendo: mi sobrina está en la casa tirando y partiendo todas las cosas y ella está furiosa, valla rápido por favor, aquella persona estábamos dialogando esa tarde lo que él respondió de la siguiente manera: ya voy para allá no se preocupe. Yo le dije: valla en el nombre del Señor Jesucristo, el respondiendo dijo: no se preocupe que ese demonio apenas me vea e inmediatamente se va, lo que yo respondí de nuevo, valla en el nombre de Jesucristo y se fue.
Yo sabía lo que iba a pasar, por ese motivo salí de la casa de mis padres y literalmente me escondí, yo sabía ya que me iban a buscar y así paso. Estaba en una casa en el barrio cuando yo veía que personas de la Iglesia me buscaban, cuando fueron las 5:00 PM regrese a la casa y los hermanos de la Iglesia me dijeron: te hemos estado buscando toda la tarde y no te habíamos encontrado. Lo que yo les respondí: yo lo sabía por ese motivo me fui; ellos prosiguieron dicando: la endemoniada le hizo pedazo la ropa y él se encuentra triste; lo que les respondí diciendo: yo se lo dije: que fuera en el nombre del Señor Jesucristo y él dijo que el demonio apenas lo mirara e inmediatamente se iba.
Por petición de la familia de la muchacha y la Iglesia yo acepte a ir al día siguiente que era lunes y entrando en ayuno ese día, vinieron por mí a eso de las 10:00 AM. Yo estaba asustado porque tenía más de tres meses que no hacia un día de ayuno y sabiendo que ya le había hecho pedazo la ropa a uno que echaba fuera demonios el dia anterior, o sea yo no estaba asustado yo estaba aterrado, pero el Señor me había dicho tres días antes que me preparara porque iba a tener una gran lucha con un principado, mientras dialogaba sentado en una piedra (yo solía sentarme semanal mente en una piedra y dialogábamos el Señor con migo sin estar orando yo le hablaba y el me respondía y en esas estábamos cundo el Señor me dijo que me preparara y estas cosas se las decía a la iglesia). No tuve escapatoria decidí ir con ellos y como seis (6) personas de la Iglesia, llegamos y entramos cuando encontramos a la persona endemoniada amarrada con una soga al cuello y el otro extremo amarrada a una viga del techo. Mientras esto sucedía nosotros estábamos parado mirándonos unos a otros, alguien dijo que dieran un paso al frente y como estábamos alineados lo que sucedió fue que todos dieron un paso atrás y quede yo solo al frente porque había temor. Ya que quede en el frente le dije a la endemoniada: en el nombre de Jesucristo te ordeno que te quites la soga del cuello y lo repetí por tres veces y ella se la quitó.
PRIMER DÍA DE LA GRAN BATALLA.
Ese día la iglesia me dejo solo con dos (2) personas más, comenzamos a ministrar a la muchacha que tenía una fuerza enorme cinco (5) hombres la agarraban y ella solo con abrir los brazos caían tirados por el piso, tomaba una piedra que tres (3) hombre no podían con ella y la endemoniada la levantaba como quien toma una pluma para lanzárnosla y yo le ordenaba en el nombre del Señor Jesucristo y ella la dejaba caer, ella se desnudaba totalmente y quedaba aun sin ropa interior, yo le daba la orden en el nombre de Jesucristo que se vistiera y ella se vestía. Yo no me olvidaba que hacía tres (3) meses que no ayunaba y en mi entraba un temor al mirar lo violento que era aquel demonio príncipe de las tinieblas. Yo lo conocía a él porque tres (3) días antes había tenido una lucha con este príncipe durante toda la noche y las princesas que danzaban al redor de él alabándole y adorándole.
(Pero algo me sustentaba y me fortalecía que yo fui formado en el temor de Jehová y me había guardado para él, porque las escritura dicen:
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7)
Estamos hablando del día lunes, que fue el primer día de esa batalla, yo miraba como aquel demonio lanzaba al otro compañero sin misericordia, ese día fue partida una cama por la endemoniada, pero llegó la tarde, la noche y nosotros seguimos ministrando, cuando fueron las nueve (9) PM estábamos sentado con las biblias en nuestras manos y meditando pasajes bíblicos cuando comenzó a soplar con su boca y el olor que despedía era a puro azufre que inundo todo el barrio y sus entornos a si estuvimos hasta la cinco (5) AM del martes. Regresamos a nuestras casas, yo encontraba que el demonio venía a mi casa a hacer ruido y a tirar piedra toda la noche y mi esposa y niños con ella sentada en la casa de mis padres sentados.
SEGUNDO DÍA.
Eran como las seis (6) am del martes, solo una hora después de haber llegado, regresamos de nuevo a ministrar se dieron las ocho (8) nueve (9) am y los familiares acordaron con nosotros de buscar ayuda y fuero a un pueblo cercano por dos mujeres que según ellos y por recomendación del compañero eran veteranas en echar demonios afuera. Eran como las diez y treinta (10:30 am cuando llegaron las señoras y un miembro de la familia de la endemoniada me pregunto: Sr. Ángel ¿será que esas mujeres que llegaron podrán liberar a la muchacha? A lo que yo le respondí: con todo el respeto que se merecen las señoras no podrán hacerlo si no esperemos. En unos momento las señoras haciendo una cruz con índice y pulgar de dijeron al demonio: demonio, maldito por Dios la sangre de Jesucristo te hecha de allí, y el demonio le respondió con voz de hombre: más malditas por Dios están ustedes y las mujeres comenzaron a hablar en lenguas y el demonio hablo a un mejor en lenguas que ellas y la endemoniada que estaba amarada con las manos atrás, saltaba y saltaba queriendo atraparlas pero el compañero se le interponía entre ellas y la endemoniada y corriendo dejaron la biblia abandonada y furiosas diciendo, que era el mismísimo diablo, porque motivo habiendo allí personas que echaban demonios fuera fueron en busca de ellas entonces yo comencé a reírme de aquello que había acontecido.
Seguimos en la batalla después que aquellas mujeres se fueron y el compañero y yo seguimos ministrando cuando de repente aquella endemoniada comenzó a escupir cantidades de saliva sobre él, yo no sé de donde esta endemoniada sacaba tanta saliva que aquel hombre estaba empapado de tanta saliva, la cabeza y todo el cuerpo que a mí me dio tanto temor y pensé en retirarme, pero por no pasar por cobarde seguía en la lucha y mirando al cielo. En las horas de la tarde de ese mismo día estaba ministrando cuando la endemoniada sacudió la boca y un pringo de saliva me callo junto al ojo y eso a mí no me gusto para nada, cuando se dio cuenta que a mí no me gusto, amontono tanta saliva para echármela en la cara y cuando la tenía amontonada en la boca le dije: si tú me escupe a mi, estas escupiendo al mismo Señor Jesucristo, la sorpresa fue que e inmediatamente se la trago y allí cobre confianza, pero mucha confianza en el Señor y se quitó aquel temor. Mientras que el compañero estaba siendo maltratado por este demonio, lanzándolo violentamente contra las paredes de aquel lugar.
Yo meditaba en esto, cuál era el motivo que esta persona, recibía tantos golpes y maltratos, esto me preocupaba. Yo tomaba por la mano en el nombre de Jesucristo a aquella muchacha y ella iba donde yo quería que fuera, aunque caminaba como un robot pero caminaba, llegaron las horas de la noche y como a eso de las ocho (8) pm estábamos en la terraza de la casa de la endemoniada, el compañero estaba sentado a mi lado, yo miraba que el demonio estaba para hacerle daño, yo le decía cúbreme con la sangre de Jesucristo pero él no decía nada y el demonio le dijo: así como estas tú te amarro tres veces y tomándolo por el cabello con violencia lo sacudía, me levante con rapidez y le dije: suéltalo en el nombre del Señor Jesucristo e inmediatamente el demonio lo soltó después de agarrarle las manos de ella y quitárselas. Esa noche pasamos ministrando la endemoniada, hasta la cinco (5) am del miércoles y regresamos a la casa para de nuevo comenzar a la seis (6) am
TERCER DÍA.
Regresamos a las seis (6) am, una hora más tarde, para ese día ya había partido dos (2) camas y una puerta. Como las ocho (8) am la familia y nosotros decidimos llevarla a un grupo de hermanos que tenían tres (3) días de ayunos, ellos eran personas preparadas en el Señor y ministerios, eran muy usadas por el Señor; pero la sorpresa fue que buscaron un carro que ya el Señor me había mostrado que el príncipe demoniaco lo tenía preparado para matarnos, su modelo, color, marca y de qué forma lo iba hacer.
Cuando yo vi este carro solo moví mi cabeza y exclamando dije: Dios Mío. Salimos esa mañana y viajamos como cuarenta (40) kilómetros, llegamos a la Iglesia donde estaban ayunando la bajamos y comenzaron a orar por ella, pero ella estaba tranquila hasta se tomó una malta y todo bien. Ungieron el carro oraron por él, oraron por nosotros y emprendimos el regreso. Pero yo no estaba tranquilo ni satisfecho, ella estaba tranquila durante el regreso, decidimos regresar a nuestras casas, pero media hora después volvimos a ser llamados de nuevo, el demonio estaba más furioso momo nunca lo había estado.
Entonces yo me preguntaba qué había pasado, porque en aquel lugar ni siquiera se había inmutado. Yo miraba al cielo y me preguntaba ¿dónde estás tú Señor? ¿Para donde te fuiste? ¿Dónde te encuentras? Pero abecés me reía mucho por las cosas que sucedían.
Como estando yo en la cocina reposando y tomando un jugo, cuando escuche unos gritos y salí a la calle por la parte de al lado y la endemoniada había encerrado a tres (3) mujeres en la terraza de la casa, la terraza tenía una reja de hierro y tenía la reja una puerta de hierro con candado puesto, al estar encerradas allí con candado estas teres (3) mujeres estaban tan asustadas, porque una de ellas como de edad de treinta (30) años se la alcanzo la endemoniada y la agarro por el cuello y estaba ahorcándola, mientras una de las mujeres como de edad de sesenta y cinco (65) años, salto poniendo la mano sobre la reja y sin tocar su ropas la reja, que media como un metro y treinta centímetros (1.30) yo jamás había visto ni he visto después una anciana, saltar de esa manera y cayendo de pie al otro lado.
Pero corrí de prisa y tome la endemoniada por las manos dándole ordenes en el nombre del Señor que la soltara.
Ese día ministrando aquella muchacha con un demonio violento tanto que mientras oraba sentía que defendíamos a un lugar muy frio y helado, yo clamaba al Señor el cual era mi compañero y mi amigo y estaba a mi lado en todo momento. Los compañeros que estaban con migo estaban muy cansados y maltratados ya era el tercer (3) día de lucha violenta, pero ya yo me encontraba fortalecido por el Señor Jesucristo en esos momentos.
De nuevo esa noche comenzó a soplar y ese viento con olor a azufre que inundaba a aquella casa y barrio.
Estábamos en esas cuando se hizo la media noche, ministrando, orando y citándole la palabra, cuando ella se quedó quieta y tranquila, entonces decidimos salir para nuestras casas, cuando habíamos caminado como veinte (20) metros un familiar de ella nos llamó y nos dijo: miren señores ella se está riendo y burlándose porque ustedes se fueron y les gano. Cuando yo escuche esas palabras me detuve y le dije a los compañeros y a una hermana mía que por primera vez esa noche la había invitado para que nos acompañara, cuando le dije: vamos, en un tono de enojo, porque no me gustó lo que había dicho el demonio, vamos a ver qué es lo que le pasa a este demonio, esta es la noche me las va a pagar todas. Entrando donde ella estaba la levantamos y la sentamos en el piso, entonces comenzamos a ministrar y a reprender atar echar fuera al demonio, y por primera vez comenzó a conmoverse meciéndose hasta que voto por la boca algo parecido a un gusano blanco haciendo una forma de un número seis (6) le cayó en la mano del compañero y en su mano desapareció él preguntándose qué cosa será eso; aquella muchacha quedo libre de ese principado infernal, pero yo sabía lo que estaba haciendo porque el Señor me lo había mostrado anteriormente y le dije a los compañeros: ya el principal se fue, solo han quedado siete (7) demonios menores, sigamos echándolos de aquí y comenzaron a manifestarse uno por uno y les ordenamos que saliera todo el que se iba manifestando:
1. espíritu de ceguera. 2 espíritu de sordo, 3 espíritu de asfixia, 4 espíritu mudo, 5 espíritu de paralización 6 espíritu de control mental 7 espíritu de muerte. Así como se iban manifestando así iban saliendo quedando libre en ese momento, ella escuchó una voz que le dijo: con esta sangre te cubro y vio una sangre trasparente que la cubría totalmente, era como las cuatro de la madrugada del día cuarto.
Días después me enteré con absoluta seguridad que el compañero que ministraba con mi persona era un brujo de talla, el cual ese principado le hizo pedazos la ropa.
La otra compañera que tenía desde el principio que ministraba con mi persona ese mismo día que quedo libre la muchacha, como a eso de las seis de la mañana ella se recostó en la cama para descansar, cuando de repente escuche que me llamaban con insistencia que me levantara y salí para ver lo que ocurría, la persona que me llamaba me decía corre que la compañera la está matando un demonio y corrí a mira, la encontré a esta señora atrapada por el príncipe de demoniaco y su capa encima de ella que decía: el que la toque me lo llevo. Su familia estaba muy asustada y nadie se atrevía acercársele, yo con aquella rapidez le ordene en el nombre del Señor que la soltara e inmediatamente la soltó. Pero esta mujer estaba poniéndose negra porque este demonio la estaba oficiándola.
Quiero decirles algo: como entro este demonio en esta muchacha. Ella estaba mirando televisión una noche a eso de 11:00 a 12:00 ella dice que estaba mirando la tv cundo de repente salió una sombra negra de la pantalla y se apodero de ella.
Fue difícil la liberación de esta muchacha, porque este principado era tan grande que la muchacha no podía con su tamaño, él estaba fuera y no podía durar mucho tiempo en el cuerpo, el principado dejaba cuidado el cuerpo con los siete (7) demonios que lo alababan, este demonio vive en las regiones celeste y descendía con mucho poder, la muchacha no podía con el poder de este demonio.
Sobre el accidente ella contaba en los momentos de lucidez que el demonio le daba órdenes que le pusiera el pie en el acelerador al carro y tomara la dirección y lo estrellara, pero el Señor Jesucristo no se lo permitió. Pero cuando la muchacha contaba estos apartes de lo que yo sabía con ate mano el demonio se enojaba contra ella amenazándola que la iba a matar. Por ese motivo ella callaba no diciendo nada.
Del señor Jesucristo fue la victoria y a él sea la gloria porque él fue quien venció al diablo pisándole la cabeza como dice la escritura:
Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Hebreos 2:8
Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. 1º Corintios _15:27



Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis. Exodo 5:20
