El DEMONIO DE LA CARNE

Era una noche, cuando yo estaba pensando en la juventud de la Iglesia (porque yo era el presidente de la sociedad de Jóvenes en ese tiempo y tenía cerca de cuarenta y cinco  jóvenes a mi cargo) yo estaba pensando en ellos y oraba mucho delante del Señor por sus debilidades, para que ellos fueran fortalecidos y le sirvieran al Señor Jesucristo. Yo oraba esa  madrugada cuando el Señor  me mostró una visión que me espantó. Él me dijo: ¿quieres saber cuál es la causa por la que la juventud no me sirve?! Mira ¡ El Señor comenzó mostrándome  a un joven que estaba sentado en una silla incomoda y pequeña; de repente apareció una mujer gorda y negra que dos hombres no alcanzaban  abrazarla, ella tenía un peso aproximadamente de trecientas libras y estaba vestida de ropas de flores amarillas  y fondo de su vestido era de color morado, ella tenía una estatura de aproximadamente un metro y cincuenta centímetros. Yo estaba observándola cuando de pronto ella se lanzó de espalda sobre las piernas de aquel joven que con su peso lo aplastaba hasta llevarlo al piso, no dejándole aun sin respirar. 

 

El Señor me dijo: mira a ese espíritu, él se llama demonio de la carne, ese espíritu no deja que los jóvenes me sirvan, por eso aun desde temprana edad, ellos están pensando en tener novias por allí, novias por allá y novias por acá, ellos viven peleándose y pasan tristes, llenos de celos, no cumpliendo lo que dice mi palabra: Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor;  1°. Corintios 7:32

También dice otra escritura: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22

Yo miraba como aquel joven no se podía quitar de encima  el cuerpo de esta mujer, que con su peso lo aplastaba. 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este joven estaba lleno de deseos carnales y pasiones juveniles y el Señor dice en su palabra: Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. -  Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. -  Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, - idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, Gálatas 5:17-23

Pero no solo los jóvenes solamente los que tienen pasiones juveniles. Hay hombres y mujeres de todas las edades, ancianas y ancianos que son atacados por este espíritu y sufren de pasiones juveniles y este demonio es más peligroso que el mismo diablo.

 

 

 

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De las pasiones juveniles dice así: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22 

Pero del diablo dice: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7

Entonces la palabra huid  es correr, y la palabra resistid es hazle frente no corras.

 

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

 

Isaías 40:29-31